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Rápido y Furioso

Desde hace ya unos cuantos años Paul Walker corrió en un Toyota Supra naranja en la franquicia de Rápidos y Furiosos se ha vuelto una tendencia el “Tunear” (es un anglicismo de Tuning) ese modelo. El tunear es modificar el vehículo para hacerlo más vistoso, o más “audible”, y es raro el lugar donde no veamos alguna creación llamativa circulando por las calles.

A mí me gusta el tuning siempre que no sea algo excesivo, aunque lo cierto es que prefiero la preparación racing, esa que no hace falta que se vea, sino que hace falta que se note en el circuito.

A quien le guste la vertiente vistosa de la preparación tiene mucho donde elegir. Puede realizar modificaciones en la carrocería (o añadir spoilers y ancheamientos), puede cambiar la pintura, añadir cristales tintados de diferentes colores, luces y neones, modificar el interior como si estuviésemos reformando una casa… Decenas de opciones para todos los gustos.

Antes de seguir, hay que decir que existe tuning todavía más intenso, seguro. Y más llamativo, también. Lo que vamos a ver aquí son ejemplos de Toyota tuneados que no destaquen por ser, digamos, excesivos. Preparaciones sí, pero con buen gusto por mucho que nos den una alegría en forma de inyección de adrenalina.

Lo que interesa son las preparaciones que entran dentro de cierta medida, no hace falta dar una caída antinatural a las ruedas de un coche para que sea vistoso y que guste. Al revés, eso dentro de las preparaciones se ve bastante inútil, ya que una cosa es la preparación por el gusto de enseñar un coche bien vistoso, y otra es modificar una parte importante del mismo que, además, es clave en la seguridad.

El Toyota Supra 640 CV es uno de los modelos que mejor llevan una preparación, tanto de motor como de carrocería. Personalmente prefiero que se conserve la carrocería original del Supra porque, a día de hoy, sigue siendo de lo más espectacular “de serie”. La versión que vemos en fotos es de las más bonitas que se hayan fabricado jamás.

Es cierto que existen preparaciones más agresivas, de hecho es fácil de encontrar algún vídeo, o testimonio, de preparaciones del Toyota Supra que superan los 800 CV de potencia. Lástima que en algunas de ellas se dediquen a enseñar sus prestaciones en carretera abierta, algo con lo que estamos frontalmente en desacuerdo (una tanda en el circuito es mucho más divertida y “sana”).

Lo que ocurre con el tuning y las preparaciones es que nos podemos encontrar entusiastas de los coches Toyota en todo el mundo, y realmente hay miles de adaptaciones y personalizaciones, tantas como gustos existen. Así, no es difícil encontrarnos con las preparaciones del Supra, las del Toyota Célica (otra superestrella de las preparaciones), incluso del Corolla, o más sorprendentemente del Toyota Aygo y del Toyota Yaris. Incluso nos encontramos con preparaciones de modelos que no son precisamente de los más conocidos.

Así que si vas a tunear tu Toyota… es como todo en la vida, calma y cordura.

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