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Sin aire, sin cámara y reciclados

Presentados hace apenas un par de días en Movin’On, una cumbre de movilidad sostenible celebrada en Canadá, estos neumáticos de aspecto futurista están más cerca que nunca de convertirse en una realidad y es que a finales de este año comenzarán sus pruebas en carretera en una flota de Chevrolet Bolt EV en Michigan, Estados Unidos. El objetivo de estos primeros ensayos no es otro que ayudar a desarrollar aún más los neumáticos para que GM pueda introducirlos en vehículos de producción en 2024.

Uno de los elementos más importantes de un vehículo son los neumáticos, encargados de transmitir toda la potencia del motor al asfalto, ayudando en las tareas de frenado y aportando ese punto de comodidad para los desplazamientos diarios. Desde fuera todos pueden parecer iguales y es que ese color negro y su forma no parecen variar a ojos de cualquier viandante, aunque en los próximos años todo puede ser diferente.

Decimos esto porque los avances logrados por algunos fabricantes especializados van con muy buen pie y en apenas cuatro o cinco años se estima que llegarán los primeros neumáticos sin aire. El mejor ejemplo lo tenemos con Michelin, compañía que ha estado trabajando en los últimos años con General Motors para desarrollar un producto muy especial denominado UPTIS (Unique Puncture proof Tire System), unas siglas que hacen referencia a su principal característica: no pueden pincharse.

Entre los beneficios más reseñables encontramos que no pueden desinflarse ni sufrir un reventón en plena marcha, además de ser respetuosos con el medio ambiente, ya que reducirán significativamente las materias primas para su fabricación y contribuirán a la hora de disminuir la gran cantidad de neumáticos pinchados o dañados que se desechan antes de que finalice su ciclo de vida. Además, según GM, ayudarán a reducir el consumo de energía y las emisiones.

Con respecto al medio ambiente, Michelin estima que aproximadamente el 20% de los neumáticos se desechan cada año debido a pinchazos o desgaste irregular. En total, 200 millones de unidades son desechadas anualmente y eso es una tonelada de desperdicios que podrían reducirse significativamente con la tecnología sin aire.

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