Después de elegir el modelo de vehículo a comprar, teniendo en cuenta que se adapte a tus necesidades, gusto y presupuesto; debes empezar por revisar lo fácilmente perceptible, como el estado de la pintura: si está dañada, rayada o el carro ha sido repintado con un trabajo de mala calidad; no es un buen indicador del cuidado con que se ha tratado el vehículo.
La carrocería no debe tener golpes ni abolladuras grandes, mucho menos presentar descuadres entre sus partes, ni señales de grandes reparaciones. Fíjate si ves cables, tornillos o empaques pintados, son mala señal.
Los vidrios no deben estar rayados ni vencidos y mucho menos rotos. Los laterales deben bajar y subir sin problema, al igual que las manijas que abren y cierran las puertas.
El interior del vehículo además de limpio, no debe mostrar mucho desgaste, ni mucho menos roturas en la tapicería ni en el tapete. En el caso de los resortes de las sillas no deben estar cedidos o sobresaliendo del tapizado.
La documentación debe estar completa y nuestra recomendación es que si compra un vehiculo de precio medio...haga un peritaje con un profesional.
